Recientemente he estado pensando sobre las diferencias que hay en cómo vemos el mundo. No me refiero a temas filosóficos. Quiero decir cómo mis ojos me permiten ver ciertas cosas, pero no otras. Mi amigo Steven es un humano, pero eso no es su culpa, él solo nació así. Aparentemente sus ojos son diferentes a los míos. De manera práctica, nuestros ojos funcionan de la misma manera; es decir, recogen la luz que refleja un objeto y las células especiales que están allí nos ilustran el mundo que nos rodea.

         Algunas de estas células recogen el color que tienen los objetos. Estas células se llaman células cono. Nosotros los perros tenemos dos tipos de células cono que nos permiten ver cosas de color azul y amarillo. Los humanos tienen tres tipos de células cono en sus ojos. Cuando mi amigo y yo vamos a la playa él ve las cosas de una manera un poco diferente.

         Hay otra diferencia importante entre mis ojos y los de Steven. Los mamíferos tenemos un segundo tipo de célula especializada en nuestros ojos. Estas células se llaman células bastón y los perros, al igual que los seres humanos, las tenemos. Estas células tienen una proteína especial que se llama rodopsina que funciona como un receptor de luz.

         Aquí es donde comienzan las diferencias. En mis ojos la rodopsina está configurada de una manera diferente que me ayuda a recoger luz más tenue, es decir luz que no tiene tanta energía. En términos prácticos esto significa que cuando hay menos luz mis ojos pueden distinguir objetos mejor que los ojos de un humano. No es como la visión nocturna que presentan en las películas, pero mis ojos son mejores que los ojos humanos cuando hay menos luz.

         Los perros también tenemos un segundo truco que nos permite ver mejor cuando hay poca luz. Tenemos una estructura especial en los ojos compuesta de proteína. Esta estructura refleja la luz de la misma manera que los reflectores en los aros de una bicicleta. Cuando la luz se encuentra con un reflector, rebota de esa superficie y se dispersa en todas direcciones (incluyendo los ojos del conductor) y el carro entonces evita al ciclista. De la misma manera la luz que rebota de la estructura en mis ojos (llamada “tepetum lucidum”) permite que las células bastón en mis ojos recojan luz del ambiente. Sin esta estructura, la luz simplemente se pierde y no tendría una imagen tan clara del mundo en la oscuridad.

         Desafortunadamente, en luz muy intensa hay un fenómeno llamado foto-blanqueamiento (o photo-bleaching en inglés) que causa que se elimine la rodopsina. Esto quiere decir que de manera temporera me quedo ciego por el exceso de luz. Después de algún tiempo mis ojos producen más proteína y puedo ver de nuevo. Pero este proceso de producir nueva proteína toma el doble del tiempo en mis ojos que en los ojos de un humano. Por eso siempre le insisto a Steven que no quiero jugar con la bola cuando volvemos de afuera. ¡Pero él siempre tiene muchas ganas de jugar!

         Algunos humanos están muy interesados en cómo los perros vemos y percibimos el mundo y utilizan vídeos para llevar a cabo sus experimentos. Desafortunadamente para los humanos es difícil entender cómo los perros vemos el mundo y cuán sensitivos son nuestros ojos. Mis ojos ven vídeos de manera diferente a los humanos como puedes ver en el siguiente corte. El panel de la derecha es como mis ojos ven la programación en televisión.

        

Esto quiere decir que las investigadoras e investigadores deben tener mucho cuidado diseñando sus experimentos e interpretando los resultados porque no deben presumir que los perros vemos el mundo de la misma manera.

         Hay muchas diferencias entre cómo los humanos y los perros vemos el mundo. También hay muchas diferencias cómo todos los perros vemos el mundo. ¡Hay entre 400-500 tipos de perro y eso es sin contar los perros híbridos o mezcla (como yo)! Aquí hay un par de mis amigos en el parque para que veas diferencias en tamaño y actividad física.

        

Entre los perros hay diferencias importantes de cómo vemos el mundo. La distancia entre nuestros ojos contribuye a esto. Imagina las diferencias que hay entre un chihuahua con los ojos cerca del centro de su cara y un “bulldog” con sus ojos separados por su nariz tan ancha. Los perros que tienen hocico largo tienden a tener ojos que están más cerca uno del otro y por lo tanto efectúan labores que requieren ver movimiento, como la cacería o asistir a los pastores, mejor que otros perros. Esto también quiere decir que los seres humanos pueden entender mejor cómo estos perros ven el mundo. Pero es importante recordar que no todos los perros vemos de la misma manera.

         Recientemente mi amigo Steven estaba escribiendo algo. Le sorprendió cuán bien la gente se adapta a tiempos difíciles. Espero que de la misma manera que logró entender esa adaptabilidad, se dé cuenta que aunque los perros no vemos el mundo de la misma manera, sí vemos el mundo de una manera que nos permite trabajar muy bien con los seres humanos. Si puede ver lo importante que es reconocer y valorar las diferencias entre nosotros, tal vez haya esperanza.

         ¡Esto fue muy divertido! Tal vez en otra ocasión les cuente de los elefantes, los patos o algo más acerca de los perros. Puedes encontrar más informacion (en inglés) en este artículo. Ahora, es tiempo para la siesta.

Bibliografía:

Byosiere, S. E., Chouinard, P. A., Howell, T. J., & Bennett, P. C. (2018). What do dogs (Canis familiaris) see? A review of vision in dogs and implications for cognition research. Psychonomic Bulletin and Review, 25(5), 1798–1813. https://doi.org/10.3758/s13423-017-1404-7

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